La frase no es casual: pretende reconciliarse con uno de los sectores que más aporta divisas y que arrastra tensiones con el Estado ante la caída de la cotización internacional y la restitución plena de las retenciones. Consciente de que es un electorado afín que no puede darse el lujo de enojar a semanas de las elecciones, Milei mantuvo un encuentro con la Mesa de Enlace la semana pasada y aunque no dio precisiones, quedó flotando la idea que se venía alguna medida importante para el sector.
El gobierno, siempre propenso a la grandilocuencia, ya lo define como una "reparación histórica".
Ese encuentro lo organizó el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, por lejos el dirigente del campo más mileísta. Por eso este martes se comentaba que fue Pino quien filtró la medida, harto que lo critiquen por oficialista. Su promesa implícita a las bases: una compensación real, que le permita sostener la sintonía con un gobierno que muchas veces dice cosas que el campo quiere oír, pero no siempre logra materializar. Pino busca un tercer mandato en la Rural, mientras Milei no descarta nombrarlo ministro después de las elecciones.
En el sector, la recepción por ahora es cautelosa. "Es un gesto político fuerte. Si se concreta y el bono tiene liquidez puede cambiar la percepción del sector hacia el gobierno", evaluó un empresario del complejo sojero.
Un detalle no menor que suscitó la polémica de inmediato. El cobro de retenciones es en pesos y el titulo de deuda que compromete el Estado sería nominado en dólares.
"El gobierno esta emitiendo dólares, una moneda que no imprime en una economía estresada por una escasez relativa de divisas. No existe Vaca Muerta, ni minería, ni RIGI que puedan compensar la presión a futuro que a paso rampante el equipo económico profundiza minuto a minuto", afirmó a LPO un economista opositor.