A la una de la tarde —hora local—, el Instituto Nobel Noruego celebró la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en el Ayuntamiento de Oslo, en un contexto de fuerte expectativa internacional por la ausencia de la galardonada, María Corina Machado. Aunque no estuvo presente en la gala, la líder opositora venezolana envió un mensaje de audio en el que confirmó que logró salir de Venezuela y que se encontraba “en camino a Oslo”.
El director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, informó horas antes que Machado no se encontraba todavía en territorio noruego, pero aseguró que estaba “a salvo” y que se esperaba su llegada entre la noche del miércoles y la mañana del jueves. Su vocera, Claudia Macero, añadió que la dirigente no asistiría a la ceremonia, aunque había optimismo respecto de su participación en la agenda posterior.
Machado vive en la clandestinidad desde agosto de 2024, después de haber sido inhabilitada y de denunciar fraude en las elecciones presidenciales que, según la oposición, dieron como ganador a Edmundo González Urrutia, hoy exiliado. Su última aparición pública fue el 9 de enero de este año, durante una protesta en Caracas.
Una ceremonia sin la laureada, pero con su voz
En su mensaje dirigido al Comité Nobel, Machado agradeció “en nombre del pueblo venezolano” el reconocimiento y destacó el significado del premio en la lucha por la democracia. “Estaré en Oslo, estoy en camino ahora mismo”, afirmó, sin precisar desde dónde hablaba.
En su ausencia, su hija Ana Corina Sosa Machado recibió la medalla y el diploma, y leyó el discurso preparado por su madre. La carta abrió con una declaración solemne:
Machado repasó episodios centrales de la historia reciente del país: la erosión institucional tras el ascenso del chavismo, el colapso económico, el éxodo de millones de venezolanos y la represión contra manifestantes y opositores. Según su mensaje, la oposición obtuvo la victoria en las elecciones de 2024 con el 77% de los votos, cifra sustentada —según afirmó— en las actas resguardadas por su equipo.
Críticas directas al gobierno de Maduro
Previo al discurso leído por la hija de Machado, el jefe del Comité Nobel, Joergen Watne Frydnes, pronunció una de las intervenciones más contundentes de la jornada.
“Mientras estamos aquí, personas inocentes están encerradas en celdas oscuras”, dijo.
Y lanzó un mensaje directo al Palacio de Miraflores:
El comentario provocó una ovación inmediata entre los asistentes, que incluían autoridades internacionales y miembros de la diáspora venezolana.
Amplia presencia latinoamericana
Entre los presentes estuvieron los presidentes Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador) y José Raúl Mulino (Panamá), además del opositor venezolano Edmundo González. También asistieron figuras como Cayetana Álvarez de Toledo, la congresista estadounidense María Elvira Salazar y el expresidente colombiano Iván Duque.
El Instituto Nobel recordó que existen antecedentes de premiados que no pudieron acudir por estar perseguidos o encarcelados, y que en esos casos suelen ser representados por familiares. “La hija ofrecerá el discurso que su madre ha escrito”, señaló Harpviken.
La entrega del Nobel se realizó bajo estrictas medidas de seguridad, dadas las manifestaciones previstas en apoyo y rechazo a Machado, en un contexto en el que Estados Unidos mantiene operaciones militares en el Caribe contra embarcaciones acusadas de narcotráfico, acciones que el gobierno venezolano considera un intento de desestabilización.
Mientras tanto, en Estocolmo se entregaban los premios Nobel de literatura, química, medicina, física y economía.