“Unidos en oración, podemos llevar nuestro deseo de paz y justicia a Dios Padre”, expresó la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) convocando “a todos los miembros de las congregaciones religiosas y a quienes trabajan con ellas a participar en la Jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación en Tierra Santa que se realizará mañana, 17 de octubre, convocada por el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa y los ordinarios de Tierra Santa.

El domingo, después del Ángelus, el Papa Francisco también sumó su voz convocando a esta jornada: "La oración es la fuerza mansa y santa para oponerse a la fuerza diabólica del odio, el terrorismo y la guerra". Imploró: "¡Por favor, no derramen más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar! ¡Basta! ¡Las guerras son siempre una derrota, siempre!".

La UISG ha expresado su dolor por los recientes acontecimientos en Tierra Santa, “en este momento de profunda preocupación y dolor por la situación que atravesamos, deseamos compartir un rayo de esperanza” y aseguran que este es un momento para que "nos reunamos como comunidad global y oremos por un mundo donde la paz triunfe sobre la violencia, la justicia sobre los conflictos y la reconciliación sobre el odio", se lee en la convocatoria de la UISG firmada por su presidenta, la hermana Mary T. Barron.

Tiempo de consternación y tristeza
El cardenal Pizzaballa en una carta pidió a todos los hermanos y hermanas que dediquen el 17 de octubre al ayuno y a la oración por la paz en Tierra Santa.

El patriarca lamentó la actual crisis política y militar en Israel que ha llevado a una violencia sin precedentes, una escalada del odio y más destrucción.

Pizzaballa escribió: “El odio que lamentablemente ya experimentamos desde hace demasiado tiempo aumentará aún más y la consiguiente espiral de violencia creará más destrucción. Todo parece hablar de muerte”.

Sin embargo, no queremos permanecer impotentes en medio del consternamiento y la tristeza. “No podemos permitir que la muerte y su aguijón sea la única palabra que escuchemos”, dijo.

En nombre de todos los Ordinarios de Tierra Santa, Pizzaballa invitó a todas las parroquias y comunidades religiosas a una jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación. “Por eso sentimos la necesidad de orar, de volver nuestro corazón a Dios Padre”, dijo.

"Sólo así podremos obtener la fuerza y la serenidad necesarias para soportar estos tiempos difíciles, acudiendo a Él, en oración e intercesión, para implorar y clamar a Dios en medio de esta angustia", añadió.

Creía que podemos organizarnos tanto en comunidades grandes como pequeñas para el rezo del rosario y la devoción a Nuestra Santísima Virgen María, junto con la adoración eucarística. 

Expresando su deseo de paz, justicia y reconciliación en Tierra Santa, el patriarca latino concluyó: “Así es como todos nos unimos a pesar de todo y nos unimos colectivamente en la oración, para entregar a Dios Padre nuestra sed de paz, justicia y reconciliación”.