Javier Milei ató de pies y manos a los legisladores que responden a los gobernadores para que tengan que votar el presupuesto, con la derogación de la ley de aumento al presupuesto universitario y la de emergencia en discapacidad incluida.
La arquitectura del articulado está diseñada con la forma de una mamushka soviética, donde el artículo 75, el de la discordia, está contenido en un capítulo que también propicia el aumento para el Hospital Garrahan. "Quien no vote ese capítulo para salvar las universidades o la emergencia en discapacidad termina condenando al Garrahan", dijo un diputado enfurecido por lo que juzgaba "una perversión".
En efecto, el artículo 76 propone que "los valores de los aranceles básicos del Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral a favor de las Personas con Discapacidad serán determinados en forma trimestral por el Ministerio de Salud y la Andis, en forma conjunta". En tanto, el 78 plantea que se prorrogue la emergencia sanitaria hasta diciembre de 2026.
Además, el capítulo en cuestión está contenido en el mismo título que contempla el traspaso de las cajas previsionales de 13 provincias a las que todavía no se las habían transferido, algo que reclamaban enfáticamente los gobernadores en sus negociaciones con la Casa Rosada. La audacia libertaria no dio para tanto y ninguno de sus diputados se animó a postular en la reunión de labor parlamentaria una votación de título por título.
La arquitectura del articulado está diseñada con la forma de una mamushka soviética, donde el artículo 75 está contenido en un capítulo que también propicia el aumento para el Hospital Garrahan. Quien no vote ese capítulo para salvar las universidades o la emergencia en discapacidad termina condenando al Garrahan.
Sin embargo, lo más caro a las provincias está en el artículo 67, que establece que el "Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos de Gas tiene como objeto financiar las compensaciones a percibir por las empresas proveedoras por las ventas de gas natural y gas licuado de petróleo que efectúen las Distribuidoras y Subdistribuidoras para los consumos de la Región Patagónica, Departamento de Malargüe de la provincia de Mendoza y de la Región conocida como Puna, por la aplicación de una bonificación sobre el precio del gas natural y del gas propano".
La función de ese segmento de la ley es forzar a que los diputados que tengan el compromiso de sostener el beneficio por "zonas frías" tengan que respaldar el polémicoa artículo 75.
Por eso, el oficialismo pudo prevalecer al inicio de la sesión contra el peronismo, la izquierda y el bloque de Provincias Unidas, cuando Gabriel Bornoroni mocionó que la ley de presupuesto se vote "capítulo por capítulo". Germán Martínez planteó de entrada que correspondía una votación artículo por artículo y el radical Pablo Juliano hasta recordó que "en este recinto se ha llegado a votar por incisos", en referencia a la primera versión de la ley ómnibus, un mal recuerdo para Martín Menem y Oscar Zago.
En ese sentido, Cecilia Moreau calificó la moción en curso como "un fraude parlamentario" y Juliano propuso otra moción para que, aunque sea, se habilite la extracción eventual de un artículo, más allá que se definiera un tratamiento por capítulos.
Finalmente, Menem sometió la moción de Bornoroni a votación y los libertarios se impusieron por 131 votos contra 112 por la negativa y la abstención de la radical Karina Banfi. Además del bloque de LLA, se pronunciaron por la afirmativa los 12 del PRO, los seis de la UCR, los dos del MID, los tres de Osvaldo Jaldo, los tres de Raúl Jalil, los dos de Marcelo Orrego, los siete de Salta y Misiones y la neuquina que responde a Rolando Figueroa.
Los que se plantaron en contra, además de Fuerza Patria y el Frente de Izquierda, fueron los miembros de Provincias Unidas y los de Coherencia.
El resultado parcial que arrojó la moción de Bornoroni podría ser indicativo de la votación general del Presupuesto, una cifra que no acredita una ventaja holgada para el gobierno.