¿Jesús venció a la muerte, orando a Él se podrá vencer a éste “virus”? Es la pregunta que hoy hago a mis hermanos católicos consagrados, laicos y fieles en general o quienes creemos en Jesús Nuestro Salvador.

La verdad que no entiendo que nuestras iglesias estén cerradas, no podamos ir a rezar e implorar a nuestro Salvador Jesucristo para que un virus no siga destruyendo a la más preciada creación de Dios Padre, dentro de esa preciada creación nosotros los seres humanos somos los más beneficiados porque nos hizo “a su imagen y semejanza”, además nos brindó varios dones y nos puso en nuestras manos administrar toda su creación.

No quiero que esto que siento sea un pensamiento mío para polemizar más bien invito a que creamos más en Dios y en nuestro Salvador Jesucristo. Hagamos cadenas de oraciones, pero me hubiese gustado un vigilia diaria, organizada y con todas las medidas de prevención que existen y que son recomendadas para no contagiarnos de éste dañino virus.

También me pregunto: Qué estará pensando Jesús con los santuarios y templos cerrados? A mí me causa mucho dolor y mucha tristeza. Voy a tomar una parte de la canción de la Hermana Glenda que dice: “Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti”. “Por qué tengo duda si nada es imposible para Ti”. “Enséñame a querer. Enséñame a perdonar. Enséñame a orar. Tú te hiciste hombre. Tú venciste a la muerte. Tú estás entre nosotros”.

La verdad que soy una persona que siempre admiré y seguiré admirando las obras y las enseñanzas que nos dejó la Madre Teresa de Calcuta y quiero compartir un poema de su autoría que dice: “Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón…¡Pero nunca te detengas!. Ésta parte del poema lo compartí porque me considero un peregrino y misionero desde lo más profundo de mi alma.

El domingo anterior fui a rezar frente a trece iglesias católicas, éste domingo no aguanté más y me fui a rezar a mi Madre Salvadora, Santa Rita de Casia de Puerto Tirol ya que el pasado  22 no pude ir a celebrar su festividad, hoy me fui a implorarla para que finalice esta pandemia. Santa Rita (1381-1457). Quiero expresar una mínima porción de su vida, Rita era casa, con su esposo tuvo un mar de sufrimientos, pero ella se consolaba en la oración y le devolvió su crueldad con bondad, logrando su conversión a Cristo con el paso de los años.

Finalmente quiero invitar a todos a rezar u orar, para los católicos la defensa y uno de los combustibles más importante es rezar y confiar en Nuestro Hermano Jesús, Él que es el mismo Dios. Que en este día de Pentecostés su Espíritu Santo descienda en cada uno de nosotros.