El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que “el éxito para Argentina” en la renegociación de la deuda externa “significa alcanzar un acuerdo sostenible, con el cual el país se pueda "comprometer y cumplir”, y reiteró que el Gobierno está "abierto para escuchar una alternativa" de sus acreedores.

“Continuaremos trabajando en el frente de la deuda hasta que lleguemos a un resultado”, afirmó el ministro durante una videoconferencia de la que participó esta tarde ante el Council on Foreign Relations (CFR), y que pudo ser seguida por los medios de prensa.

El funcionario enfatizó que el país está "haciendo todo para alcanzar un proceso de estabilización que haga que Argentina sea un país sólido”.

“En los últimos días seguimos conversando en un diálogo positivo con los acreedores y seguimos trabajando con ellos. Necesitamos tener un proceso colaborativo de las dos partes”, dijo Guzmán durante la charla.

El ministro dialogó desde Buenos Aires con el ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Robert Rubin, en el marco de una conferencia sobre “"El estado de la economía argentina, cómo fue afectada por el coronavirus y los desafíos ante la reestructuración de su deuda externa”.

Guzmán recordó que la semana pasada, sólo se recibió "una contraoferta que no está alineada con los principios de sustentabilidad", por lo que reseñó que "la conclusión es que la deuda no sería estable y la economía no sería capaz de estabilizar” de aceptarse esa propuesta.

“Hasta hace una hora, no había recibido nada. Pero sabemos que los acreedores estuvieron trabajando duro para presentar una alternativa. Estamos abiertos para escuchar; queremos escuchar las alternativas”, expresó.

“Estamos comprometidos con darle una solución sostenible al problema de la deuda y queremos, bajo el liderazgo positivo del presidente Alberto Fernández, tener una relación sana y duradera con nuestros acreedores. El éxito para Argentina significa alcanzar un acuerdo sostenible, con el que podamos comprometernos y cumplir. El éxito es alcanzar un acuerdo que funcione para volver a poner a Argentina de pie”, sostuvo.

Guzmán recordó que el Gobierno estuvo trabajando con el FMI "en base a la sustentabilidad de la deuda y en base a eso se hizo esta propuesta que incluye un período de gracia de 3 años y un cupón promedio del 2,3%. Un 7% de interés (como estaría pidiendo el mercado) no puede ser pagado y queremos ser un buen deudor", remarcó el ministro.

El viernes próximo vence el segundo plazo que el Gobierno otorgo a los bonistas para que acepten una oferta de reestructuración de la deuda externa, luego de que fue masivamente rechazada en una primera instancia el viernes 8 de mayo.

Argentina propone canjear US$ 66.238 en bonos emitidos bajo legislación extranjera por otros títulos con vencimiento a 20 años. Además, no pagar ni capitales ni intereses hasta el 2023, y ese año abonar una tasa del 0,5%, que iría creciendo “hasta niveles sostenibles”, dijo Guzmán al presentar la oferta.

La nueva fecha del 22 de mayo para cerrar la negociación coincide con el día en que Argentina podría caer en default ya que vencen los 30 días del período de gracia para el pago de US$ 503 millones de cupones de tres bonos Global. Si el Gobierno no acuerda con los acreedores un canje exitoso para esa fecha, la opción es pagar o caer en cesación de pagos.

Argentina tiene que restructurar el pago de estos US$ 66.300 millones con los acreedores privados extranjeros, y negociar también cómo paga otros US$ 44.000 millones que le debe al Fondo Monetario Internacional, a los que se suman US$ 2.100 millones al Club de París, y unos US$ 6.000 millones de títulos en dólares emitidos bajo legislación local.