Monseñor Jorge Lozano describió cómo fue, hace ocho años, su llegada a la Arquidiócesis de San Juan de Cuyo, para comenzar a "caminar juntos".
"El viernes 4 de noviembre de 2016 hacía calor, lo común en esta época del año. Ese día, por la tarde comencé mi servicio como obispo coadjutor en San Juan. Hubo un signo particular que marcó esos comienzos. La primera recepción fue con los jóvenes en el atrio de la parroquia de La Merced. Cantos de bienvenida, palabras de aliento y gratitud, deseos de caminar juntos", recordó.
"Y así fue esa tarde. Empezamos a caminar juntos hacia el atrio de la iglesia catedral San Juan Bautista para celebrar la misa. Íbamos con el arzobispo Alfonso Delgado, grupos de jóvenes, familias. En esas cinco cuadras no nos cansamos de bendecir niños y ancianos especialmente, sin que faltaran los rosarios, estampas, fotos de familiares enfermos, llaves de casas y vehículos", destacó.
El arzobispo sanjuanino consideró que se trató de "una expresión concreta y en movimiento de lo que es la Iglesia en su esencia: 'caminar juntos (Sínodo) de diversas edades, condiciones, vocaciones, hacia una misma meta".
"Cantos, saludos, fiesta. Nos une la identidad bautismal que nos constituye como familia de los hijos de Dios, Pueblo suyo en marcha", agregó.
"Renuevo mi compromiso de entrega y servicio, con mis fragilidades a cuestas", concluyó.