La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) culminó, el miércoles 3 de julio, las dos jornadas de su 27° Encuentro Anual, durante el cual -con el lema "Creer para Crecer. Hacia una renovación de la Cultura Empresarial en Argentina"- hizo un llamado a cuidar el orden de la macroeconomía sin desatender la cuestión social.
"Estamos invitados a cumplir los sueños de nuestros padres fundadores, que pensaron una Patria para todos, sin exclusión", planteó Silvia Bulla, presidente de ACDE, en el cierre del encuentro, que reunió a más de 400 líderes empresariales del país en el Regimiento Patricios, de la Ciudad de Buenos Aires.
"Nos duele una realidad en la que la mayoría son pobres y la mayor parte de los pobres son niños, sin acceso a la salud o a la educación", dijo, y pidió asimismo "superar décadas de estancamiento", porque "el desarrollo no es sólo crecimiento, deberá ser integral, alcanzar todas las dimensiones de la vida social".
Por eso, planteó que la educación debe ser el primer escalón de un plan de desarrollo.
Bulla también reclamó "no dejar a nadie fuera del camino. La Argentina tiene los recursos materiales y humanos para lograr un desarrollo integral". Y culminó pidiendo "vivir nuestra noble vocación empresaria, como la definió nuestro querido papa Francisco, desarrollando los talentos con la mira en el bien común".
Líderes con fe para hacer crecer el país
"Somos un grupo de líderes que tenemos fe y coraje, y que queremos hace crecer a la Argentina desde los valores", destacó por su parte Luis Guastini, CEO de Manpower y presidente del Encuentro Anual ACDE, en el acto de apertura del día martes, y pidió "humildad" a los líderes.
"Los grandes líderes, a lo largo de la historia, tuvieron algo en común: fueron humildes, se autoconocían, eran auténticos y conocían sus límites. Esa humildad generó la curiosidad que da vida, que provoca nuevas ideas y nuevas acciones", explicó.
Reflexiones de los expresidentes de ACDE
En el segmento "¿Qué le pasa a la Argentina?", algunos de los expresidentes de ACDE -Santiago del Sel, Gonzalo Tanoira y Juan Vaquer- reflexionaron sobre los aspectos que han impedido el desarrollo sostenible del país.
"Como decía Mateo Salvatto en un panel del inicio, muchas veces, el ser humano necesita llegar a una situación extrema para anhelar luego el equilibrio. Hace poco, fuimos conscientes de que tocamos otro extremo: creímos durante años que podíamos gastar más de lo que tenemos, lo que nos llevó a indicadores sociales que nos avergüenzan", planteó Vaquer, y agregó: "Necesitamos una revolución de valores en la Argentina".
"No hay organización social que se pueda construir sin la confianza que proporciona la transparencia. Tenemos que salir del extremo de la falta de valores, de tolerar la corrupción, como por ejemplo cuando la sociedad no reacciona de forma manifiesta en el momento en que llega a las puertas del máximo tribunal del país una figura que genera muchas dudas, o cuando uno de los tribunales más importantes de la Argentina exime a un empresario de su responsabilidad por dejarse extorsionar en un caso de corrupción".
Por su parte, Del Sel apuntó a la falta de valores y la corrupción como aspectos responsables de esa realidad. "Como sociedad, debemos reaccionar y construir valores, orden fiscal y generar confianza. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para construir", dijo.
En tanto, Tanoira valoró el esfuerzo en lo fiscal que realiza el gobierno nacional, y admitió: "El sector empresario no ha estado a la altura de las circunstancias y le faltó marcar la cancha. Con la excusa de sostener el trabajo argentino, avalaron cerrar las fronteras y fueron beneficiados con regulaciones que construyeron un sector empresario débil."
"La Argentina tiene enormes potencialidades y están alineadas con las necesidades de la época (energía, alimentos, turismo). Se nos abre una nueva puerta, el mundo nos da una nueva oportunidad. Y esta vez, se alinea con un gobierno que lo entiende y está dispuesto a hacer los sacrificios necesarios para lograrlo. Yo apuesto por el país, San Miguel acaba de invertir para poner en marcha el país", sumó.
"Tenemos muchos motivos para estar activamente esperanzados. La Argentina es un país bendecido por múltiples razones, tiene condiciones necesarias para construir y aportar". "Argentina tiene que aplaudir a los que invierten, no a los que fugan o evaden", dijo Del Sel y se mostró esperanzado en el futuro: "Hay cambios y la política se está renovando".
Panel empresarial e Inteligencia Artificial
Luego, Diego Llepeue, líder de Heladerías Sociales Grido; Juan Elías Pérez Bay, socio del Grupo GNP; y Natalia Ceballos, emprendedora de Via Bana, compartieron el panel "Más allá del dinero: empresas con propósitos".
"Si queremos recibir, hay que dar", dijo Llepeue, quien contó que, bajo su programa de Heladerías Sociales, ya se abrieron más de 1.000 comercios en todo el país. "Este proyecto nos trajo seguridad económica, personal y espiritual", dijo Ceballos, que abrió una de estas heladerías en Lomas de Zamora, con el apoyo de Grido.
Más temprano, en el panel "¿Perdidos en la era digital? Desafíos humanos y organizacionales en un mundo vertiginoso. La esencia humana en tiempos de Inteligencia Artificial", Santiago Bellomo, decano de la Escuela de Educación de la Universidad Austral; Liliana Parodi, co-chair del Silver Economy Forum, Mateo Salvatto, ceo y co-founder de Asteroid Technologies debatieron sobre cómo los líderes empresarios pueden administrar los profundos cambios que introduce la tecnología en las organizaciones desde una perspectiva humanista, con la moderación de Lalo Zanoni, periodista y consultor de tecnología y comunicación.
"La IA es la mayor revolución tecnológica de la historia. Las posibilidades que dará a las personas con discapacidad no tienen precedente. Las brechas se empezarán a cerrar, sobre todo en temas de accesibilidad", planteó Salvatto. En tanto, Bellomo complementó: "La Inteligencia Artificial puede ser un nivelador, que iguala a quienes no tienen determinadas capacidades. Hay cosas que hace muy bien y otras cosas que hace muy mal, lo que destaca dónde somos irremplazables los humanos".
Y Parodi destacó el aspecto generacional del debate: "Como con cualquier tecnología que desarrolla la humanidad, la IA dependerá de cómo se la use. Quienes somos parte de la generación silver, muchas veces no llegamos a adaptarnos, pero necesitamos seguir activos, trabajando, produciendo".
En el cierre del segmento, el pastor Amilcar Matosian cuestionó: "Enfrentamos escándalos éticos. Podemos resolver el problema del hambre, pero no lo hacemos. Debemos resolver la cuestión ambiental, pero no nos ocupamos. Estamos ante el auge del mundo de las finanzas, pero sigue habiendo pobreza y desigualdad. ¿Podrá ser la Inteligencia Artificial una respuesta a esto?".
Energía atómica, valores y nuevas generaciones
El panel "La nueva cancha" contó con la participación del reconocido diplomático argentino y director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, quien destacó su formación cristiana para ejercer su tarea de liderazgo internacional.
"La formación que me dio la UCA está presente en la visión trascendente de la vida y, junto con la oración, son los pilares de mi misión diplomática. Debemos tener un justo realismo en el conflicto internacional. Ni pesimismo desmesurado ni optimismo. Por otro lado, no caer en la resignación. Es a través de la acción constante que las cosas se mitigan y se logran soluciones. Yo creo que la guerra en Ucrania va a tener un desenlace, una solución", dijo.
En el segmento "Valores, cultura y nuevas generaciones", la ex gerente general de Procter & Gamble, Gabriela Bardin, planteó: "Hay una enorme transformación en el mundo laboral. Vamos a ver muchísimo más de lo que vimos estos últimos años. Hay nuevos sectores que no existían, está la automatización. Los nuevos trabajos, las nuevas industrias están transformando muchísimo el mercado. Debemos abrazar esa transformación".
En esa línea, el director ejecutivo de la Fundación Movimiento Salud, Héctor Pourtalé planteó: "En la Argentina tenemos un déficit de unas 50.000 personas en el rubro salud. Estamos ante una oportunidad si podemos enfocar los recursos." En tanto, Eduardo Bastitta, fundador de Plaza Logística, advirtió: "Se está perdiendo la identidad física de las empresas. Cuando no se va a la oficina, se pierde el arraigo, el sentido de pertenencia, la cultura organizacional. Pero hay una oportunidad: la generación nueva quiere generar comunidad, pero del otro lado muchas veces no se los está escuchando. Las empresas deben cambiar el formato, la propuesta".
"Como nos explicaba Enrique Shaw, el empresario tiene que ser prudente, pero impaciente para asumir las transformaciones", apuntó por su parte Víctor Valle, director general de Google Argentina.
Espiritualidad en el ámbito laboral
El encuentro tuvo un espacio especial, en el que se habló sobre espiritualidad en el ámbito laboral. Allí, Marcos Devoto, director de Santander Argentina, contó acerca de un proyecto para facilitar, en las nuevas oficinas de la entidad, una Sala de Silencio, para rezar o reflexionar.
"El espacio tiene un mix de religiones, en el que todos juntos podemos estar rezando, en una experiencia multirreligiosa única. Se cumple un año de esta iniciativa", relató. En tanto, Melina Sustas, gerente de Santander, apuntó: "Hace 18 años que trabajo en el banco y es la primera vez que siento que pertenezco de verdad a la empresa. Es una experiencia muy gratificante, donde todos podemos aprender de todos, en un ámbito muy respetuoso. Se trata de un interés genuino de conocer otras religiones y creencias".
"El desafío es mantener activo el grupo, con acciones sociales, ideas y propuestas, pedidos de oración por familiares, seguir acompañándonos. Brindar tiempo, que es lo más valioso", completó Martín Solano, CEO de Santander Consumer Argentina.
El martes, los empresarios Roberto Murchison, CEO del Grupo Murchison, y Pablo Ardanaz, de Boards Advisors, dieron testimonio de cómo influye su fe cristiana al momento de tomar decisiones. "En la Argentina, siento que hay mucho más en común, muchos más consensos sobre lo que hay que hacer de lo que muestra la política. Como cristianos, tenemos el deber de amar al prójimo y ayudar a tender puentes sobre esa grieta que hay en la sociedad", planteó Murchison.
"Tenemos mucho para aprender, como sociedad, del cristianismo y de todas las religiones. Hemos ido aprendiendo y el mundo camina hacia el ecumenismo. Tenemos mucho más en común los argentinos que las diferencias que nos separan", completó Ardanaz, y pidió: "Tenemos que poner a la gente en el centro, acompañar a las personas en su dignidad en un momento muy difícil."