El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, trajo a la memoria la parábola del “Trigo y la cizaña” y advirtió que “crecen juntos y se parecen en el primer momento”.

“Solamente se diferencian con claridad cuando empiezan a brotar los granos en la espiga. Por eso el dueño del campo quiere cuidar el trigo bueno y no arriesgarse a tomar decisiones drásticas en una mirada apresurada. Además, al estar tan juntas las raíces, se corre el riesgo de perjudicar lo que se quiere guardar”, graficó en su reflexión semanal.

“El Papa Francisco cita esta parábola para decirnos que ‘el tiempo es superior al espacio’, y por eso indica que ‘darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios’”, recordó sobre la base de la exhortación apostólica Evangelii gaudium.

El arzobispo sanjuanino afirmó que “la cizaña no crece por casualidad ni por un defecto de la naturaleza” y advirtió: “Es obra del enemigo. No es una siembra buscada por el dueño del campo y los trabajadores. No es un descuido”.

Y mencionó unos pocos a modo de mal ejemplo:

  • Las fake news (noticias falsas) son cizaña. Con dos verdades, tres ambigüedades y cuatro mentiras te construyen un relato que degrada las personas, generan angustia en familiares y amigos, y etiquetan a personas que con dificultad logran reponerse, o tal vez nunca. Pero después nadie se hace cargo de aclarar, desmentir, ni citar la fuente. 
  • Las noticias que en estos días se han publicado acerca de la corrupción en la distribución de alimentos son muy graves. No se debe malversar la comida destinada a los pobres. Eso es pisotear su dignidad y pudre el tejido social. Pero no es justo poner un manto de sospecha sobre tantos emprendimientos solidarios que se llevan adelante con esfuerzo y generosidad en diversos lugares del país. Que se investigue y enjuicie a los culpables, pero que no se corte la asistencia a los pobres. Nunca mejor dicho que “terminan pagando justos por pecadores”. 
  • La corrupción y el narcotráfico son cizaña. Desde hace décadas la inoperancia, los sobornos, la impunidad, nos han llevado a un estado de situación cada vez más difícil.
  • La indiferencia también es cizaña. Traslada a los hombros de los pobres la pesada carga de la exclusión y marginación. Naturalizar la pobreza vuelve a levantar muros y destruir puentes. 
  • La avaricia es cizaña. “Formadores de precios” acaparan y acumulan riqueza aun a costa del sufrimiento ajeno, aumentando los costos por las dudas.
  • La sobreexplotación del planeta es cizaña. El 24 de mayo se cumplieron 9 años de la publicación de la encíclica Laudato si’, “sobre el cuidado de la casa común”, del Papa Francisco. Un llamado de atención al estilo de vida del consumismo que despilfarra, del agotamiento de los recursos del Planeta. 

Monseñor Lozano consideró que “no está todo mal. Al contrario, hay mucho trigo bueno sembrado con afecto, entrega y compromiso; y detalló:

  • La verdad es trigo bueno y, aunque nos duela, es importante asumirla y no dibujarla. 
  • La solidaridad es trigo bueno que tiende puentes y va al encuentro de los demás. Construye en concreto la amistad social. En estos días estamos comenzando a promover la Colecta anual de Cáritas con el lema “Tu solidaridad es esperanza”
  • El amor a la Patria es trigo bueno. Desde 1810 (y aun antes) muchos hombres y mujeres se comprometen con el bien común, estando cerca de los más débiles. Renovemos entonces el deseo de sembrar semillas que nos lleven a la Justicia y la Paz. Pensemos que la sabiduría popular nos advierte que “quien siembra vientos, cosecha tempestades”.  

“Protejamos los brotes nuevos del trigo que va creciendo en niños y jóvenes, y seamos generosos en la siembra”, concluyó.