En la audiencia general del miércoles de la primera semana de Adviento, el Papa Francisco, aún convaleciente por la bronquitis que le ha aquejado en los últimos días, confió sus palabras para la catequesis y los saludos a los peregrinos de todo el mundo a monseñor Filippo Ciampanelli, funcionario de la Secretaría de Estado. Sin embargo, el Pontífice quiso manifestar una vez más, con su propia voz, su cercanía a todos los que en el mundo necesitan paz, instando a orar por quienes se encuentran viviendo en medio del drama de la guerra: “No nos olvidemos de rezar por quienes sufren el drama de la guerra, especialmente los pueblos de Ucrania, Israel y Palestina. La guerra es siempre una derrota. Nadie gana, todos pierden. Sólo ganan los fabricantes de armas.”

A propósito de Ucrania en particular, Francisco se dirigió a los peregrinos de lengua polaca -que habían acudido a Roma para conmemorar la beatificación de la familia Ulma- recordándoles la Jornada de oración y de la ayuda material a la Iglesia del Este europeo del próximo domingo y agradeciendo "a todos los que sostienen con sus oraciones y ofrendas a la Iglesia en esos territorios, especialmente en la martirizada Ucrania".

Colaborar por las víctimas de Acapulco

Dirigiéndose también a los miembros de la Fundación Telethon, procedentes de México, presentes en el Aula Pablo VI, el Santo Padre los invitó a “colaborar por las víctimas de Acapulco", duramente golpeada hace más de un mes por el huracán Otis y a “incluir a todas las personas con discapacidad de México." "Luchemos contra la sociedad del descarte", fue el llamamiento del Papa, "defendamos la dignidad de cada persona".

Aprendamos de María la plena confianza en el Señor

A dos días de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Francisco destacó cómo la Virgen había "creído en el amor de Dios y respondió con su "sí". “Aprendan de Ella la plena confianza en el Señor para testimoniar en todas partes la bondad y el amor evangélico", fue la invitación del Santo Padre.