En este tiempo vital  y cronológico de prueba para la humanidad, hemos sido elegidos  para reformular pactos comunitarios de convivencia legítima hacia  nuevos órdenes de vida posibles y realizables para los nuevos tiempos que vendrán.

Debemos aprender juntos de los aciertos y desaciertos de  la adultez mayor, a quienes debemos especialmente cuidar y de nuestra niñez y jóvenes, que tanto necesitan de nosotros hoy, preparando el camino de los que algún día se harán cargo.

Nos corresponde bajo la fuerza de ese espíritu común  que nos sostiene, emprender nuevos desafíos, desarrollar las potencialidades inconmensurables de la condición humana, desde nuestras aptitudes de agentes libres y perfectibles adoptando  actitudes de ignorancia consciente para iniciar y revisar nuevos aprendizajes , eliminando preconceptos y desatando nudos mentales y espirituales que tantas veces nos agobian, inquietan y paralizan.

Es tiempo de amparo y fortaleza, de conversión, de guardar el silencio que nos permita resguardarnos y resguardar,templando espíritus que nos permitan revisar modos de sentir, de pensar,  de hacer y de ser, individuales y colectivos.

Nos toca hoy ejercer más que nunca el auto control que es el más efectivo de los controles y el más dificil de lograr, sin gritos, sin estridencias para garantizar el respiro a los pueblos que  habitamos esta tierra nuestra dando aliento a quienes caminamos por ella, e instalando la justicia y la paz en las naciones.

Iride Isabel Maria Grillo