El Papa Francisco expresa su dolor por los muertos y los numerosos desaparecidos a causa del terrible incendio en la isla de Maui, en Hawái, que prácticamente arrasó la histórica ciudad de Lahaina, entre las "perlas" del Océano, popular meta turística. En un telegrama firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido al nuncio en Estados Unidos, Cristophe Pierre, cardenal en el próximo Consistorio de septiembre, el Papa escribe que ha recibido "con profundo dolor" la noticia de la "pérdida de vidas humanas" y la "destrucción causada por los incendios en la isla hawaiana de Maui".

Solidaridad con los que sufren

Por ello, Francisco expresa "su solidaridad con todos los que sufren por esta tragedia, especialmente a todos aquellos cuyos seres queridos han muerto o están desaparecidos". Precisamente por los fallecidos, los heridos y los desplazados, el Pontífice asegura sus oraciones, así como por el personal de emergencia que participa en las tareas de socorro. A todos, "como signo de su cercanía espiritual", el Papa invoca "las bendiciones de Dios Todopoderoso de fortaleza y paz".

Destrucción y desaparecidos

Mientras tanto, en las últimas horas se ha declarado el estado de emergencia en toda la isla y se ha desaconsejado viajar. Las autoridades del condado de Maui registraron "otras 19 muertes hoy, lo que eleva el número de víctimas mortales a 55". En cuanto a Lahaina, más de 1.770 edificios del centro de la ciudad han quedado devastados y muchas personas han corrido hacia el mar para escapar de las llamas. Los testigos hablan de escenas apocalípticas. El gobernador de Hawai, Josh Green, declaró que alrededor del 80% de la ciudad había quedado destruida, "como si hubiera sido alcanzada por una bomba". Green también declaró que el número de muertos parece que va a aumentar "muy significativamente" y que, por el momento, unas 1.000 personas están ilocalizables.