En la historia criminal reciente de la provincia de Córdoba no hay un caso de homicidio como el de Joaquín Sperani, el adolescente tímido de 14 años que fue asesinado presuntamente por un amigo de su escuela de tan sólo 13 años.

Todo sucedió en Laboulaye, una pequeña población de poco más de 21 mil habitantes, ubicada en el sudeste provincial y cabecera del departamento Presidente Roque Sáenz Peña.

Las alarmas se encendieron el jueves 29 de junio, después de las 16, cuando se perdió todo rastro del paradero de Joaquín. El adolescente llegó una hora antes al Ipem Nº 278 “Malvinas Argentinas”. Iba a tercer año.

Aún se desconoce por qué se fue del colegio con L., su amigo desde los ocho años, que ahora está detenido y acusado del homicidio, y quien, aseguran, se quebró el domingo ante las autoridades policiales y judiciales y confesó el atroz crimen que hoy sacude a todo el país.

“¿Qué pasó ese día entre los amigos? ¿Qué motivos precipitaron el triste final? ¿Hay otras personas involucradas en el homicidio? ¿Por qué el amigo, que en un principio era testigo y fuente de la policía mintió? ¿Por qué tenía el celular de Joaquín en su poder cuando el nene llevaba horas sin aparecer?”, son algunas de las múltiples preguntas que hoy inundan las conversaciones callejeras de los vecinos y vecinas en Laboulaye.

El domingo cerca del mediodía el cadáver de Joaquín fue encontrado por una familiar del nene en una casa deshabitada ubicada sobre calle Sarmiento al 480, justo a la vuelta de la escuela a la que asistía.

Durante más de 48 horas a Joaquín lo buscó un “pueblo” entero. Se hizo un gran despliegue policial, que contó con la participación de cuarteles vecinos. Se revisaron cámaras de seguridad y hasta un can lo buscó con vida. Pero no alcanzó.

Ante la falta de respuestas, y en medio de un dolor desgarrador, Mariela Flores, la madre de chico, inundó las redes sociales con fotos de su hijo y el pedido de ayuda. Ese mensaje fue respaldado por decenas de personas, allegadas a la familia, que empezaron a buscar por su cuenta al adolescente.

“No quiero que mi hijo aparezca en una bolsa”, fue la advertencia que la mujer arrojó a las autoridades. En esas declaraciones responsabilizó al intendente César Abdala.

Como un presagio, la triste noticia sacudió el domingo a Laboulaye y la región tras el hallazgo del cuerpo. La autopsia al cadáver, que se hizo en Río Cuarto, reveló que el niño murió por un traumatismo de cráneo. Un golpe en la parte frontal de la cabeza, con objetos contundentes, similares a una barra de hierro cromado y un pedazo de ladrillo. Según los investigadores, esos elementos secuestrados tenían manchas de sangre.

Joaquín no se defendió. Todavía no está claro el móvil del homicidio. Tampoco qué llevó, presuntamente, a L. a cometer semejante aberración contra su amigo de la infancia.

El caso es investigado por el juez Sebastián Moro, del fuero de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye.

La investigación contó en un principio con la intervención de la Fiscalía de Competencia Múltiple de esa ciudad, a partir de la denuncia formulada en la Unidad Judicial Laboulaye por la madre de la víctima.

Ahora, el adolescente sospechado de darle muerte a Joaquín fue trasladado al Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba. Se encuentra alojado para su resguardo en el Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), que depende de ese Complejo. En las próximas horas se llevarán a cabo una serie de estudios psicosociales y ambientales en relación con el niño.

El juzgado precisó que, en la situación de adolescente no punible, ya está interviniendo la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).

El juzgado exhortó a los medios de comunicación de todo el país a que tengan en cuenta el principio constitucional de inocencia y dignidad de las personas, como así también, las directrices que rigen en materia de los procesos penales juveniles.

Durante la tarde de este lunes, familiares y amigos de Joaquín Sperani le dieron el último adiós en un velorio multitudinario que se llevó a cabo en Laboulaye. Alrededor de las 17 culminó con el traslado de los restos del adolescente al cementerio local.

Fuente: La Voz.-