La pobreza ascendió hasta el 39,2% en el segundo semestre del 2022, informó el INDEC. Así, 11,5 millones de personas en el país no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas. Según el ente de estadísticas oficial, 2,4 millones son indigentes.

El dato de pobreza del segundo semestre implica un salto significativo respecto de la medición anterior. La pobreza en la primera mitad del 2022 había alcanzado al 36,5% de la población. La indigencia había sido del 8,8%, apenas mayor, por lo que en el segundo semestre experimentó una leve baja, ya que fue de 8,1%.  En cambio, si se compara con el mismo semestre de 2021, el  salto es menor, ya que en esa medición la pobreza llegó a 37,3% y la indigencia alcanzó al 8,2%.

El dato del segundo semestre se corresponde con el período del salto inflacionario del año pasado, cuando tras la renuncia del ministro Martín Guzmán el IPC llegó a superar el 7 por ciento mensual y culminó con una inflación del 94,8% anual, la cifra más alta desde 1991.

Otros datos relevantes del informe del Indec del 2° semestre 2022 son que la pobreza fue de 54,2% entre menores de 15 años; de 45% en personas de 15 a 29; de 35% en las de 30 a 64; y de 14,5% en mayores de 65. 

Los datos se conocen en medio de un escenario marcado por la sequía, los salarios en baja y una inflación que no da tregua, un proceso que lleva de arrastre, además, por la que se presume que la tendencia seguirá en sentido ascendente.

Los analistas habían anticipado en la previa que el número de la pobreza superaría el 40%.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), un think tank cercano al Gobierno, ubicó entre los principales motivos del aumento de la pobreza la cuestión de la inflación de alimentos, que tuvo un fuerte incremento a partir de enero de 2022, ubicándose en valores superiores a la inflación general.

"Los datos promedio muestran que, durante el segundo semestre de 2022, la inflación de alimentos ascendió a 5,7%, similar a la del primer semestre que había sido de 5,8%. Respecto al semestre equivalente del año anterior, el incremento es significativo: de 2,9% a 5,7%. Como el precio de los alimentos determina los niveles de la canasta alimentaria y, en buena medida, de la canasta total, una inflación de alimentos por encima de la general implica presiones al alza de la tasa de incidencia de indigencia y, en parte, de pobreza", sostiene el documento del CEPA.

En lo que va de la gestión de Alberto Fernández, el registro más alto había sido el del segundo semestre del 2020, con 42%, cuando la pandemia hizo saltar el índice a los registros más altos desde el 2003. Desde aquel dato del 42% en 2020, todos las mediciones fueron mostrando una caída en la pobreza, tendencia que ahora se alteró con esta suba, tanto si se la compara con el primer semestre de 2022, como si se toma el segundo de 2021.

Hace dos semanas se supo que la Canasta Básica Total (CBT), que establece el umbral de la pobreza, aumentó 8,3 % en febrero de este año, por lo que una familia tipo, de cuatro integrantes (dos adultos y dos chicos) necesitó $177.063 para no ser considerada pobre. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia, marcó también un incremento del 11,7 %, por lo que ese hogar requirió de $80.483 para cubrir sus necesidades básicas para subsistir.

Por su parte, para la consultora LCG, la suba de la pobreza en el segundo semestre, luego de tres semestres de reducción de la pobreza, "es el reflejo de un último trimestre malo en términos de actividad (se perdieron 3 pp entre diciembre y septiembre) en conjunto con una inflación que navegó a niveles superiores al 100% anualizado".