Con la tradicional “Semana de la fe”, esta vez de manera virtual, los fieles de Chimpay celebran una vez más al beato Ceferino Namuncurá, a 134 años de su nacimiento.

Con el lema “Con Ceferino, ser para los demás”, cada día de la semana estuvo dedicado a rezar por un tema diferente: ser familia; ser pueblo: pueblo en camino, pueblo peregrino, y un pueblo que tiene memoria; ser proyecto: los jóvenes, a ejemplo de Ceferino, un joven que vivió con proyecto; el trabajo, el valor, la dignidad del trabajo; ser para los demás como misionero: el compromiso bautismal vivido en la misión. Las distintas reflexiones de la semana están disponibles en la página de Facebook Ceferino Chimpay.

En diálogo con AICA, el padre Pedro Bautista Narambuena SDB, referente de la pastoral de Santuarios en la Inspectoría salesiana Ceferino Namuncurá–Argentina Sur, se refirió a las bodas de oro de la peregrinación: “En estos 50 años ininterrumpidos de peregrinación, la vivimos de manera distinta. Los peregrinos de muchos lugares se han ido comunicando con nosotros, y a través de las redes vamos viviendo esta experiencia fuerte de ser peregrinos acompañados por Ceferino”, aseguró.

“Para todo el país, Ceferino está muy presente en el mundo popular y en el corazón de la gente. Año a año, en la comunidad de Chimpay vivimos la semana de la fe con espacios de espiritualidad, preparación, oración a lo largo de la semana”, destacó.

“Este año, cada región se fue organizando. Desde el centro de la diócesis celebraremos el domingo 30 por medio de Canal 10 de General Roca, un programa especial, con un panorama de memoria, de archivos, y se transmitirá la misa presidida por el obispo de Viedma, monseñor Esteban María Laxague SDB en Carmen de Patagones, primera parroquia de la Patagonia, donde se encuentra el acta de bautismo de Ceferino”, anticipó. Por otro lado, detalló, “se celebran 140 años de presencia estable de los salesianos en la Patagonia, tierra que Don Bosco tanto soñó”.

Cada parroquia, a su vez, tendrá sus propias celebraciones que serán transmitidas en las páginas de Facebook y redes sociales, en todos los casos respetando las restricciones impuestas por la situación de pandemia.

Como cada año, monseñor Laxague envió una carta a los peregrinos. Habitualmente, los jóvenes de la diócesis son los encargados de distribuirla entre los peregrinos que llegan desde distintos puntos del país (más de 40.000 cada año). En esta oportunidad, la carta llegó a los hogares de los peregrinos de manera virtual.

En el mensaje, deseó “ser portador de la esperanza y de la paz que nos vienen del Señor”.

“Ciertamente este año nuestra fiesta con Ceferino Namuncurá será muy distinta a años anteriores. No dudo que extrañaremos esa vivencia de Pueblo de Dios: pueblo que se encuentra, pueblo que camina, pueblo que ora, pueblo que celebra, pueblo que comparte, pueblo que hace memoria y escucha, pueblo que se toma un descanso en el camino, pueblo que renueva su amor a Dios, a la vida y a la familia”. 

“Pero Ceferino nos invita allí donde estemos a no privarnos de todas estas vivencias. Estar impedidos en vivir esta experiencia de Pueblo de Dios en Chimpay no nos debe impedir seguir creciendo como Pueblo de Dios. Esa familiaridad que compartimos con Ceferino permite que él nos  contagie lo que  vivió y nos entusiasma a vivirlo entre nosotros. No peregrinamos a Chimpay, pero sí seguimos optando por ser pueblo”, aseguró.

“Ceferino vivió muchos momentos de su vida, la experiencia del distanciamiento  y lejanía de sus seres y lugares queridos. Pero esas distancias  nunca lo llevaron al olvido, ni encierro y aislamiento egoísta. Sus cartas ‘venidas desde lejos’ manifiestan siempre que nadie ni nada podía quitar de su mente y de su corazón ‘su gente’, ‘su tierra’”, destacó. 

Finalmente, invitó a “ir a lo esencial que nos hace pueblo”, y siguiendo las huellas de Ceferino, “optemos por romper las soledades fruto de vivir en el egoísmo y desesperanza, vayamos más allá buscando ‘ser para los demás’, valoremos a toda persona, aprendamos a escuchar al otro, brindemos sin mezquindad lo que somos y tenemos, adelantémonos con el diálogo y el perdón. En nuestras casas, en nuestras comunidades, ciudades, pueblos y parajes del campo seremos los peregrinos de la peregrinación 50º a Ceferino de Chimpay si recorremos este camino que nos consolida como Pueblo”, concluyó.