Al celebrar la fiesta de San Luis rey, patrono de la diócesis de San Luis, el obispo diocesano, monseñor Gabriel Barba, presidió por primera vez la fiesta patronal, en la catedral diocesana. El papa Francisco se hizo presente en la fiesta con una carta que el obispo leyó finalizada la celebración.

La misa fue concelebrada por varios sacerdotes del clero puntano, y contó con la presencia del vicegobernador de San Luis Eduardo Gastón Mones Ruiz; tres senadores nacionales; el presidente de Cámara de Diputados y la Presidenta de la Cámara de Senadores; autoridades municipales y del Consejo Deliberante y autoridades militares.

La celebración se desarrolló cumpliendo el protocolo impartido por las autoridades, ocupando el 25% de la capacidad total del templo, y fue transmitida por los medios digitales y por el Canal 13 de San Luis, con alcance provincial.

Al comenzar su homilía, monseñor Barba recordó que, alguna vez, les preguntó a chicos de catequesis: “¿Qué es lo primero que pensamos cuando nos levantamos? ¿y qué es lo último que pensamos antes de dormir? Los chicos gritaron: ¡Jesús, Dios! Y yo pensé en el celular: lo que ocupa más espacio en nuestras vidas. Ojalá ese lugar fuese el lugar de Dios”, reflexionó y se preguntó: “¿Cuántas veces nuestra vida se desgasta en cosas secundarias y nos olvidamos del eje principal?”, y mencionó a esta como “una de las grandes enseñanzas de San Luis rey”: “orientar nuestra vida hacia el eje central”.

Seguidamente se dirigió a la comunidad presente mencionando que el santo patrono “dio su nombre e identidad a nuestra provincia. Nacimos bajo el amparo y ejemplo de un santo. Y de él debemos sacar día a día inspiración para seguir sus pasos desde esta bendita tierra, camino a la patria celestial”.

Haciendo referencia al Evangelio del día, citó la pregunta de Jesús: “¿Cuál es el mandamiento principal?”, y luego expresó: “Nuestro camino de vida de fe es un camino que solo culminará cuando lleguemos a nuestro destino final. Estamos llamados para vivir plenamente junto a Dios. Nuestro camino terrenal es el lugar donde debemos transitar a la luz de estas enseñanzas para llegar al destino de la verdadera vida. Vida que ya desde ahora se verá entonces iluminada si somos capaces de poner en práctica lo que Dios nos pide”, y agregó: “A eso llamamos camino de santidad”.

“Justamente la santidad es hacer la voluntad de Dios aquí y ahora. Según la propia historia y la particular vocación de cada uno”, explicó monseñor Barba y, recordando la figura de San Luis rey, hizo mención a “la importancia de una familia, que acoge y que educa en la fe. Eso ha recibido él de sus padres, particularmente de su madre…, y el mismo también ha dado y compartido lo que ha recibido”.

Asimismo, enumeró los consejos que el santo dejó a su hijo: “Ten un corazón compasivo con los pobres, afligidos y desgraciados, ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades; escucha la palabra de Dios y guárdala en tu corazón. ¡Como María…!; ponte siempre ‘más del lado del pobre que del rico’, hasta que averigües de qué lado está la razón”.

“San Luis es un claro ejemplo de que el Evangelio puede ser vivido desde todo lugar. Y también desde un lugar de poder y gobierno, como fue el estar a cargo justamente de un reino. Y no dudo que nada de eso habrá sido fácil”, sostuvo el obispo, porque “el Evangelio de Cristo todo lo inspira, todo lo penetra. Todo lo transforma”.

Por eso, animó a la comunidad a ser “portadores de la Buena Noticia”, y pidió al patrono la bendición de la provincia, la ciudad y la diócesis: “Le pedimos por su intercesión que seamos una Iglesia viva que acoja y llegue a los más necesitados de su amor, de su misericordia y de su perdón. Que nuestras acciones hagan visible el amor de Dios”.

Finalmente, monseñor Barba rogó “que cada uno pueda tener a Dios en su corazón, que a nadie le falte lo necesario para vivir dignamente. Que ilumine a todos los que tienen el servicio de gobierno para que procuren el bien común para todos. Y que siguiendo también el buen ejemplo de San Luis rey, podamos vivir el amor a María, madre de Jesús y madre nuestra quien siempre nos protegerá y nos llevará hacia su Hijo nuestro Señor”.

» Texto completo de la homilía

El papa Francisco se hizo presente con una carta enviada a la diócesis “que este año estrena obispo”, con un saludo en el que expresó su cercanía: “Las fiestas patronales son un encuentro entre el santo pueblo fiel de Dios, el obispo y el santo patrono. Todos juntos ese día para encontrarse con el Señor, fiesta de oración y alegría, de paz y esperanza. A vos y a todo el santo pueblo fiel de Dios que celebrará las fiestas patronales, los bendigo de corazón, le pido a la Virgen y a San Luis rey, peregrino, que los cuiden en el camino”, mencionó el Pontífice en la carta leída por el obispo. 

Finalizada la Eucaristía, se realizó la procesión con el santo por el templo, escoltado por los seminaristas de la diócesis. Monseñor Gabriel Barba otorgó a los presentes la bendición con indulgencia plenaria, “a todos los que han rezado juntos esta misa”.